Atrasan los
relojes de junio;
mayo pasó
con hojas húmedas
y calores
primaverales, pero
de él ya no
quedan rastros.
Los perros
que me siguen
y que sigo
son muchos
son buenos y
son malos,
pero no los
entiendo.
¿Por qué vienes?
Cae nieve en
la ciudad gris y fría,
los discos
se repiten como rituales
se repiten como
rutinas del corazón.
Mátame
suavemente
pero mátame
al fin, sin excusas.
No quisiera estar
acá, pera morir en cuotas
no quisiera
estar acá para ser huérfana,
para ser un
hueco en la vida de los otros.
Ya nadie me
oye cantar,
ya nadie me
oye llorar…
¿Así eras junio al fin?
¿Por qué vienes?
Atrasan los
relojes y
me abandoné
a esta muerte
sin culpas
quizás más
tarde, mucho más tarde
vengan y me
vean quieta…
se
sorprenderán los amigos
y dirán, ¿Cuándo ha pasado?
¿Por qué no llamó a tiempo?
Y al reloj
que atrasa,
se le habrán
apagado las agujas.
ína ~
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