sábado, 23 de abril de 2011

Cadáver Exquisito

Más allá de las batallitas estas con cañonazos de palabras más mal que bien usadas, creo que vamos aprendiendo alguna cosa.
Por ejemplo, a desmaterializar para ver; a transgredir la forma para entender lo que está detrás de ella y después, atrás de la palabra que la encierra y después lo que está detrás nuestro y más allá.
Si bien uno nunca sabe dónde carajo es que uno aprende, sabe que lo hace… y qué placer ¿no? Qué placer recordarte tiritando en la oscuridad, con tus olores y colores de todos los días. Por eso te digo que hoy que todo parece estar desfigurándose para abrir paso a nuestro desquicio plural que cuenta siempre las cosas que ni el silencio ni el ruido dicen, creo que efectiva e incomprobablemente algo vamos aprendiendo ¿No te parece?

ína.

viernes, 22 de abril de 2011

Personne

Estoy sentada sucumbiendo a los abismos
que construyo y reconstruyo a tientas
cada atípico día de la nueva rutina de mi vida
varada en la página número 147 del amor
intento redactar una Carta Magna a mi medida
      vos entendés
para organizar mis ilegalidades y mis castigos
más allá de eso no es nada nuevo
que estés en el recuerdo y en la realidad
y que en el primer campo al menos
puedo organizarte y clasificarte
por sonido por color
por terrenos baldíos
número de documento
por soledades placenteras
y soledades desagradables
noches de ojos abiertos
y noches de ojos cerrados
e incluso
por noches de ojos abiertos
de desvelo pasional con gusto
a mi golosina preferida
o noches de ojos abiertos
de desvelo de soledades
compartidas
incomprendidas
desesperadas
no es novedad hablar de vos con migo misma
musicalizar los minutos con esmero minucioso
y tampoco - y esto es importante que no lo sepas -
esperarte sentada con una taza de café en la mano
y otra tacita servida que no se la va a tomar

nadie.

ína

lunes, 11 de abril de 2011

Dos figuras.

Quizás un final poblado de voluntad de punto y aparte tenga menos valor que este, que no posee nada más que un despojo completo.
Dos figuras, desparramadas desordenadamente sobre la tierra se han despedido hace algunos minutos en un esquina.
Ella lloraba sin ocultarlo; él estaba a la defensiva. Un caminante lo miró amenazante; él deseó golpearlo. Ella y su vestido temblaban; él intentaba detenerlos. El vestido volaba en el viento vespertino; ella se lo permitía. Él no lloraba, había llegado demasiado lejos; ella se había quedado sin pañuelos.
Ahora son eso, dos figuras desparramadas desordenadamente en el mundo, que tal vez, quién sabe, se sigan despidiendo silenciosos en el andén, en el café, o en el café de la plaza.
No es este un final a obligadas del ego o el orgullo. No es este un final amigo de las buenas compañías.
Quizás sea esa su dignidad más grande… Haber nacido a merced de tu desdicha y mi desdicha, de tus puntos suspensivos y mi maldita hoja en blanco.
Dos figuras desparramadas.
Un solo y completo despojo.




ína ~


miércoles, 6 de abril de 2011

Liberté.

Liberté.
Las palabras regresan con una nueva significación. Las palabras regresan, recargadas de sentido, o vacías, como si simplemente fueran nuevas, y uno pudiera estrenarlas, crearlas, pensarlas de la propia talla.
Las noches (que también son nuevas aventuras) relucen llenas de ausencias. Allí, uno se encuentra con uno mismo; allí, uno no puede no encontrarse.
Liberté.
Serán nuevas oportunidades de nuevas cartas (nunca vistas).
Me preguntaba hoy al ver pasar el Bus hacia Barrio Destino, qué teta mamarás ahora, me preguntaba, al tiempo que decidía que ese bondi no lo tomo nunca más. Ahora me hago cargo de la partida, me hago cargo de las palabras, de los errores, de las nuevas significaciones que a las cosas voy dando, me hago cargo de los fantasmas del pasado que arremeten con más fuerza que nunca, y de esas miradas que aún no aprendo a esquivar efectivamente …
Liberté.
Reaprender.
Renata; no es precisamente renacer, pero se acerca en un mucho.
Ya no hay destinos absurdos ni azarosos mi cielo. La tormenta es mía y no te la voy a convidar.
Me asusta tanta inmensidad, cruzar la mar a nado solita.
Pero la historia no se teje sola nunca más, yo la elijo la defiendo.
Liberté: parece que ahora hasta tengo una inmensidad de mi talle.

ína ~

                                                       Imagen de Nazareno Chevez.
                                                           Gracias amigo querido.

domingo, 3 de abril de 2011

En un Diluvio Dominguero.

Sentada con migo misma, el eje de la discusión es, sin duda, tu existencia.
A veces pienso en mi desgracia, y desearía que la inconciencia fuera real, que no existiese testimonio de la travesura, que las discusiones se borrarán como grafito HB sobre hoja cuadriculada, desearía que no existiese ni un poco de toda esta tinta desparramada en la hoja de calcar. No podemos definir aún quién es el original y quién la copia, lo seguro es que ambos estamos atravesados por los domingos grises y las penas recíprocas.
Pienso. Demasiado pienso.
Ojalá fuera como las pesadillas, y supiera que los miedos son siempre puras fantasías. Ojalá no la sensación de la verdad comprobada por mi nata desconfianza.
¿Qué pasó? ¿Dónde fuimos?
Como verás, no temo ya contarte mi suplicio, ni siquiera que el mundo lo sepa así como él es, tan verdadero, tan en la carne del alma. No me importa.
Sentadas muy juntas, muy de cerca, mi desnudez y yo estuvimos meditando algunos asuntos.
Y pensamos en vos y en tu mirada, en los kilos de malestares que te acarreas por convicción. Pensamos en tus muelas que siempre me gustaron (por lindas y por enormes). Pensamos en los paisajes en los que no te vi, en las cosas que no te dije. Pensamos en vos y en la maraña de formas que toma el desconcierto.
Me duele donde vos sabes que duele en estos casos.
Te cuento, por último que te dibujé en los muros de la habitación; lo hice con el color de la felicidad que todavía no alcanzaste , porque sé que el momento se aproxima y que voy a vivirlo desde lejos.
Te cuento que te amo; que te agradezco; que te percibo…
Yo y migo misma, atravesando un diluvio dominguero.

ína ~