No golpees a
mi puerta este domingo
el sol que
se pone te incita, lo sé,
pero no
llames a la puerta.
Quiero que
el olor del bizcochuelo
no se escape
por las ventanas,
que las
notas se queden aquí.
No toques
timbre
no mandes ni
una carta
no compres
más mi pena con tu dolor.
Los domingos
eran días de pena naranja
olían a
nuestra cama enredada;
y ahora es
domingo
naranja domingo
de té
con miel.
Pero vos no
vuelvas, no vengas
no llores,
no mueras más.
Si tu pájaro
fue mío y
supe darle
de comer,
lo suelto
ahora en el camino,
lo hago que
quiera volver.
Con mi
pájara solita quedo
y la casa
canta piano piano
casi escucho
tus pasos
caminando la
vereda,
acercándose
hacia acá,
piano
piano…
quiero
pedirte este domingo
por favor
no llames a
mi puerta.
ína ~
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