lunes, 11 de febrero de 2013

Furias


En la repentina ventisca de la noche
tus brazos se abrieron como señales
descabelladamente fui atravesada por
todas tus aves hambrientas
alimentada por tu furia ancestral de la noche
amanece el día en la cama revuelta de vos
que no apareces sino en visiones
deshaciendo las voluntades a tu gusto
con música de otra tierra
yo escribí a tus pies
yo me escribí a tus pies
yo me entregué ciegamente a tus pies
vos desaparecido eras sombrita del árbol
te movías con la luz
tenías una mitad alante como un tero
y  existías en mi cuerpo
como la marca del adiós. 

ína ~

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