Con esta
cantidad de hojas que crujen dentro mío
necesité una
melodía tranquila para bajar al sol.
Ando
pensando y repensando la muerte y el venidero adiós.
Quedan dos
horas desde aquí hasta tu rostro
y mi piel no
quiere saber nada de mí.
Ya pasaron
los meses con horizontes en tus manos
pasaron los
días con horizontes en las manos de otros
hombres
multiformes que me han no me han querido
pero hoy
ando pensando la muerte y a vos
que
hábilmente asesinas mis ganas de vivir de seguir.
Quedan dos
horas desde aquí hasta tu rostro
y mi piel no
quiere saber nada de mí.
Ando
revolviendo fondos, llorando las enfermedades que no tengo
pero a quién
le importa, si ellas se dejan llorar.
No tengo las
palabras soñadora, nuevamente lo siento
querida mía
lo siento, otra vez
te voy a
descuidar
te voy a
emborrachar
te voy a
doler
te voy a
dejar
ína ~
No hay comentarios:
Publicar un comentario