sábado, 10 de noviembre de 2012

Padre


En la víspera de tu día
aguardo amablemente
en la noche
tu noche
vida que me diste
también en la oscuridad
naciéndome de veras
había llovido ese día
fueron las dos de la mañana
cuando estrené  pulmones
y en el álamo un pájaro húmedo
se quedó mudo por el espectáculo
en fin
en la víspera de tu día
aguardo tu abrazo
mientras oigo tus notas
una melodía largamente amasada
sobre las cuerdas sobre la vida
yo soy migaja de tu cuerpo
futuro de tu tiempo
y hoy
en la víspera del once de noviembre
me quedo sentada
trémula de viento
esperando tu noche
amigo mío. 

ína ~

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