miércoles, 9 de febrero de 2011

Ahora sí.

Pasa el tiempo minuto a minuto y preguntamos aún para ser. Siempre la maldita costumbre de pedir permiso.
No quiero abandonarme ni abandonarte, mundo pequeño como un pañuelo, aunque me falte siempre medio viaje para llegar a un entero.

El jardín es quien no pregunta y florece librado a la suerte estacional, a la lluvia, al viento, a la noche –quizás a que se me ocurra prender la manguera-. Las melodías eternas que se han metido en la sangre de todos y nos cantan sin que pidamos nada, que nos recuerdan el pasado existente, que nos hacen bajar la guardia –porque ellas son nosotros mismos cantando aquello que nunca cantaríamos por la misma cobarde razón que nos hace pedir permiso para ser y perdón por haber sido.

Entre hoja y hoja de palabras en francés se mezcló el mar mediterráneo. Entre nube y nube se cosen los retazos de cielo. Entre buena compañía y porro ardiendo se nos tejió linda la tarde.
¿Habrás visto la noche en verdad? ¿Habrás visto mi piel quemando como brasa encendida a orilla de tu hielo?

Hoy quiero ser actor mamá, quiero aprender a volar, a cocinar facturas de crema pastelera y respirar abajo del agua. Hoy quiero ser un super héroe y quiero salvar al mundo, y quiero conocer China y hacerte muchas cosquillas, mamá ¿hoy vamos a la plaza?. ¿Existen los brujos, mamá?
Me preguntaba … Le preguntaba …

Minuto a minuto. Ahora si; soy.

ína.

No hay comentarios:

Publicar un comentario