martes, 18 de septiembre de 2012

Ida y vuelta


Busco tu cuerpo para disolverme en algún sitio.
Hoy pude ver los faroles encenderse,
miré la copa de un árbol de estación
y escuché un avión dejar huella blanca en el cielo.
Cantan y cantan las canciones del padre en la terraza
las canciones del padre en la cocina,
en la memoria de la vida teñida con el sol.
Pero vos… vos entregame tu cuerpo (tan solo tan quieto).
Este viento hace estragos en mi pecho, se me eriza el corazón.
Soy la reversión de mi yo misma y tengo en la lengua
un pájaro naciendo sin alas.
Andá a saber qué espina maliciosa pincha desde adentro
pero ese no es el caso cuando envuelve así el calor.
En medio de la tarde mansa, cae un compañero por sí sólo
y lloro y lloro esta esperanza del vivir
veo a mis pares más transparentes que de costumbre
y me describo en un viaje en tren.
Las cosas parecen tan simples y corrientes
que uno se deshoja sin mayores pretextos.
me saco el vestido, me recuesto, apenas estoy latiendo
apenas estoy respirando para pedir que traigas
el vaso donde se disuelvan mis misterios . 

ína ~

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