No me gusta que estés dormido
No me gusta siempre estar despertándote
Y atrayéndote a duras penas de regreso
Del país de tus descansos
No me gusta esperarte
Eternamente esperarte
Como si no se pasara la vida
Eternamente esperándote
No me gusta callar
Para oír tus broncas
Y relativistas augurios
De disconforme argentino
No me gusta llorarte
Teñir de negro o de rosa
las almohadas de mi casa
o de cualquier parte
No me gusta escribirte
Siempre palabras imprecisas
Más aún decirte palabras imprecisas
Mas aún oírte palabras imprecisas
No me gusta dormir
Para soñar que estas
Y tampoco me gusta despertar
Para soñar que estás
No me gusta
Escribir
Para saber
Que no digo nada
ína ~
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